El queratocono es una de las muchas enfermedades que causan pérdida de agudeza visual. En este artículo echaremos un vistazo a algunos datos básicos sobre esta enfermedad y cómo puede tratarse.
¿Qué es exactamente el queratocono?
El queratocono es una enfermedad degenerativa que afecta a la superficie frontal del ojo, llamada córnea. El deterioro del estroma, la parte central de la córnea, provoca un adelgazamiento de la córnea que finalmente hace que se abombe y adquiera forma de cono. De ahí viene también el nombre de la enfermedad.
Esta afección es relativamente difícil de diagnosticar en su etapa temprana. La gravedad puede variar, pero independientemente de esto, el queratocono siempre tiene un efecto bilateral, es decir, que afecta a ambos ojos. El avance normalmente varía de un ojo a otro; apareciendo y desarrollándose primero en uno y pudiendo afectar al otro mucho más tarde.
El queratocono puede aparecer desde una edad muy temprana hasta la adolescencia tardía, aunque también puede darse en personas mayores. Además, se estima que afecta a 1 de cada 500 personas, siendo una condición relativamente común. Las causas de su aparición pueden ser ambientales o genéticas, aunque la causa genética suele ser mucho menos frecuente.
Aunque no se sabe a ciencia cierta si frotarse los ojos puede causar queratocono, definitivamente podrías lastimarte el ojo al hacerlo si ya la padeces. Frotarse los ojos puede acelerar el desgaste de la córnea y causar daños si esta es ya demasiado delgada.
¿Cuáles son los síntomas del queratocono?
El queratocono presenta síntomas similares a los de otras muchas afecciones oculares. Estos también dependen en gran medida de su gravedad. En casos leves, algunos de los síntomas son:
Visión borrosa, siendo este el síntoma más común.
Sensibilidad a la luz.
Los ojos se irritan con facilidad.
Si no se diagnostica ni se trata, la enfermedad evoluciona y causa una mayor discapacidad visual. Los síntomas del queratocono moderado o avanzado pueden incluir, pero no se limitan a:
Visión muy distorsionada
Cambios constantes en la visión que hacen que sea difícil usar el mismo par de gafas durante mucho tiempo.
¿Qué tratamientos hay disponibles para el queratoconos?
Si hablamos de casos leves, el uso de gafas y distintos medicamentos suele ser suficiente para controlar la enfermedad y conservar una visión buena. También existen distintos tipos de lentes de contacto que pueden ayudarte con tus problemas de vista.
Tu especialista de la visión supervisará la situación contigo y con el tiempo te recetará un tratamiento distinto si el estado de tus ojos empeora. Estos son algunos de los tratamientos para casos más avanzados:
Uno de los tratamientos disponibles es la reticulación corneal, que tiene como objetivo el fortalecimiento de la córnea. Este tratamiento puede ralentizar de manera significativa el avance del queratocono o, incluso, detenerlo por completo. Se administran medicamentos que contienen una mezcla de vitamina B y otros ingredientes directamente en el ojo y luego se usa luz UV para endurecer la mezcla y, con ella, la córnea.
Otro método requiere la implantación de un anillo de plástico en la córnea. Este anillo hace que la córnea mantenga la forma adecuada y puede mejorar la vista de manera significativa.
En los casos más graves, si la córnea se ha deteriorado tanto que está lastimando al ojo, se podría necesitar un trasplante de córnea. Se estima que alrededor del 10% de las personas que padecen queratocono necesitarán un trasplante.
En conclusión
Al igual que en el caso de otras condiciones oculares, acudir a tu especialista de la visión una o dos veces al año puede ayudarte a detectar el queratocono y reducir su impacto; ayudándote a llevar una vida normal incluso con esta condición.
Ciertas ayudas visuales pueden hacer que sea más fácil vivir con queratocono; como por ejemplo unas gafas de sol con filtro que protejan tus ojos del deslumbramiento y de la luminosidad excesiva.